jueves, 3 de noviembre de 2016

Mis vida, contigo.

Cuando hago una fotografía intento guardar cada minuto de las cosas que más me han gustado, para luego poder recordarlas y disfrutarlas aún más. 
No ha llegado pero no sé como me voy a sentir, si voy a ser capaz.
Hoy, después de no sé cuantos años, reabro el blog, con esta entrada, a ti, a la portada del mismo, a la compañera de mi vida, a mi mejor amiga, a un trocito de mi. 
Los hay que dirán '' qué exagerada! solo es un perro'' , los hay que puedan decir '' No es para tanto'' y los hay que quizás me comprendan y no me juzguen. 
¿Por qué lo hago? porque necesito hacerlo, necesito desahogarme y que mejor manera que el sitio donde iban a parar todos mis pensamientos. 
Quien me iba a decir , con lo a favor que he estado toda la vida a la eutanasia, que hoy me esté rompiendo el corazón. Lo esté haciendo algo que aun no tiene fecha, pero que sabes que va a suceder, que lo estás viendo con tus ojos. 

Ver como te apagas es mi peor tortura, ver como poco a poco se acerca lo que algún día tendría que llegar, eso que ves tan lejano que dices '' nunca va a pasar'', puede conmigo. Tengo tantos pensamientos en mi cabeza que no se por donde empezar, no sé que decir, sólo quiero acercarme a ti y mirarte y abrazarte y volver hace 16 años. 

Era enero, del año 2000, nos habíamos mudado hace poco a una casa que tenía patio. Mamá nos había prometido que tendríamos un perro cuando tuviéramos una casa con patio y aquí está. Vamos paseándonos por las calles de nuestro nuevo barrio en busca  de nuestro nuevo/a compañero/a. 
Estábamos en una tienda de animales , ya listos para entrar a comprar ese Cocker tan bonito del escaparate, con las orejas tan largas, blanco y negro que era el único que a mamá le había entrado por el ojo, pero al entrar, esos perritos estaban malitos y no nos los podíamos llevar, ya desanimados nos volvíamos a casa. Pero de vuelta, justo en la calle de detrás había una tienda de mascotas y vimos por el escaparate unos chiguaguas que no paraban de saltar y mover la cola. Entonces ahí estabas tú, junto a un montón más de perritos y decimos entrar. Papá quería comprar a tu hermanito que tenía la lengua fuera y era marroncito, pero Leti y yo te queríamos a ti esa bolita negra tan pequeñita y tan bonita. Y fue entonces cuando empezaste a robarnos un trocito de nuestro corazón. Cómo no teníamos sitio donde dormir, y la tienda estaba al lado de una frutería te improvisamos una camita con una caja de fresas, estabas tan agustito. Y entonces desde ese día, esa mágica noche de reyes, tú sin duda, fuiste nuestro mejor regalo. 
Eres la mejor mascota que alguien puede tener, no sabes lo importante que has sido y que eres para mi, no puedo entender como alguien con ninguna palabra  puede calmarte tanto. Siempre has estado ahí, cuando me subía a la terraza a llorar locamente, porque solo tú sabes lo que me calma subir contigo a la terraza y que todo pase mientras tu me chupas la mano y me miras como '' porqué llora otra vez la loca esta'' . Siempre has sido mi inspiración en todas mis fotos, mi musa de la terraza, mi compañera de tomar el sol, estudiar, no sabría decir todas las veces que me has acompañado en ese sitio, al que ahora me va a costar un poco más subir. Tú que siempre te has comido todo lo que no me gustaba, siempre me has quitado el calor de la estufa y siempre has sido mi compañía cuando no había nadie más.
Tú, que en 16 años has sido con quien más me he sentido yo, con quien más he sentido que recibía y , si, sentía el amor, el cariño que me dabas , aun cuando no me lo merecía. 

Sé que quien no me conozca realmente puede decir que exagero, pero juro que no, que lo siento, lo siento hoy y lo sentiré el resto de mi vida, porque poca gente sabe lo que puede hacer una mascota para una niña de  4 años. 

Estoy escribiendo demasiado, ya seguro que cosas sin sentido, cosas que obviamente nunca podrás leer, porque eres un perro, pero que yo sé que las sientes, igual que yo las he sentido, que a pesar de todo me quieres, igual que yo te quiero a ti. Y yo sé que vas a estar bien, vas a estar mucho mejor, sin ese bulto, sin ese dolor, y no vas a estar sola, vas a estar con la Chispi, con la Luni, con tu mamá... y vas a estar con la yaya y con mucha gente más. 
Yo no sé si habrá un cielo para perros o  no sé que habrá pero solo quiero que donde vayas no me guardes rencor, por nada, porque me duele infinitas veces más a mi, que a ti. 
Te quiero, de aquí a la luna, ida y vuelta. 
Kittina. 
¿Y ahora qué hago yo sin ti?

https://www.youtube.com/watch?v=QXbYwqdrTDc